El aumento del tráfico marítimo en el Cabo de Buena Esperanza por el peligro que implica cruzar el Canal de Suez, dispara la demanda de servicios portuarios.
El bote llevaba nueve días de travesía y volcó en el séptimo, por lo que los sobrevivientes han aguantado dos jornadas enteras aferrados como podían a las tablas de madera.
Los isleños reclaman mejores condiciones socioeconómicas y reclaman una profunda reforma en el modelo de turismo que impera en el archipiélago. También se han producido manifestaciones en Madrid.